miércoles, 28 de mayo de 2014

Psicologo de la psicologa



 Ayer, me llamó mi Calipso para tomar unas cañas, estaba triste. Es duro estar en el lado oscuro del triangulo.
 No sólo fui si no que aguanté estoicamente todo el rollo que me soltó, necesitaba desahogarse y yo la consolé.

 Después de eso, aprovechó la ternura del momento e hizo lo que siempre juró que nunca haría: Se puso histórica y sacó la lista de reproches por orden cronológico. Yo, callé porque nunca he sido tan rencoroso. Creo que amar significa perdonar y perdonar, olvidar. Aunque la próxima relación voy a tener que preparar una lista yo también.
 -"Es que dius coses que fan molt de mal." (Las cosas que dicen hacen mucho daño)

 Eso es cierto y no es la primera vez que me lo dicen. Me puse a pensar entonces. A esas horas de la noche, estaba en ese grado de alcoholemia que podríamos llamar "pedete lucido". Cuando el subconsciente te habla sin tapujos. Porque una voz sonó en mi interior, como un eco, repitiendo una frase que dije yo, hace ya muchos años, más de veinte.

 "Lo que yo he pasado no se lo deseo ni a mi peor enemigo"

 Entonces estaba feliz. Troya me había abierto sus puertas y después de varios años y muchas historias muy complejas. Por fin me encontraba en los brazos de mi amada. Todo el padecer, todo el sufrimiento parecía en el pasado.
 Pues ambos estábamos convencidos que estaríamos así el resto de nuestra vida.
 Pensaba yo que nunca más volvería a sufrir por amor como había sufrido hasta encontrarme entre brazos de mi amada.
 No tardó mucho en romperme el corazón.

 Volví a pasarlo muy mal, incluso peor. Mi mundo se desmoronó pero resurgí de mis cenizas. Desde entonces mi corazón se ha llevado muchas puñaladas, muchos fracasos, muchas batallas de reproches y de injurias.
 Le han hecho daño demasiadas veces, también me lo han roto y he tenido que volver a resurgir de mis cenizas.

 Ya me he acostumbrado a librar batallas, a aceptar las heridas con entereza, a seguir avanzando mientras sangra, a levantarme. He aprendido que cuando está maltrecho y ajado. Lo mejor es cerrar el corazón por derribo y reconstruirlo de nuevo. Todo eso, me ha hecho fuerte.

 También he aprendido a afilar las palabras para que hieran más que un cuchillo, a guardar la ballesta cargada, lista para disparar en la próxima batalla, a guardarme un as en la manga. He aprendido a enfocar la rabia antes de atacar.

 Pero no me doy cuenta que no todos están preparado para aguantar esos envites, a librar esas batallas. No pienso, en los daños colaterales.


lunes, 26 de mayo de 2014

Democarcia

En cierta ocasión fui propietario de un piso (Pequeño) durante unos pocos años. Me tocó ser presidente de mi escalera. Hubo que hacer reformas, tuve que pedir presupuestos y explicarlo todo en una reunión donde todos se quejan. Después de exponer los problemas, enseñar los presupuestos, votamos. Se aprobó la reforma por cinco votos. ¿Unanimidad? Por lo menos así quedó reflejado en el acta. En casa escalera hay veinte vecinos ¿Por qué no vinieron los otros quince?

Como era mi obligación, coloqué una circular informando a los demás vecinos que tenían que pagar la derrama o se tomarían medidas.
Un vecino quiso hablar conmigo.
-¿Por qué tengo que pagar yo eso?
-Porque se ha roto y hay que hacer una reforma.
-Lo que a mí me jode es que nadie me ha preguntado ni me ha dicho nada.
Yo me quedé parado, llevaba más de un mes mirando los problemas, pidiendo presupuestos, explicándolo a todo el mundo, escribiendo notificaciones, etc.
-Eso se explicó en la reunión.
-¡Ah! Es que yo paso de ir a la reunión -Me dijo haciendo un gesto de indiferencia- No me gustan.
Eso me acabó de reventar, yo no cobraba nada por hacer de presidente, y ¿Encima tenía que aguantar esas cosas?
-Mira, si no quieres pagar, podremos tu nombre en el portal y tomaremos medidas -Le dije enfadado.
-A ver, yo no me niego a pagar pero me gustaría que me explicaran porqué.
-Ya lo expliqué en la reunión y aguante todas las preguntas y quejas que me hicieron -Le dije enfadado- Si a ti no te gusta ir a las reuniones a mí no me gusta hablar contigo. Yo no voy a ir vecino por vecino preguntando y explicando.

Pues la democracia es lo mismo. Si no te involucras no te quejes luego. Además tenemos un sistema que no funciona. La transición española fue modélica pero sirvió para que siguieran los mismos en el poder. Ahora gobiernan sus hijos o nietos. Niños de papá que siempre han vivido en la opulencia y no saben lo que es trabajar ni tener responsabilidades.
Quejandonos no vamos a solucionar nada. Hay que luchar y se puede.


domingo, 11 de mayo de 2014

Migrañas



Ayer quise celebrar mi cumple con una comida entre amigos y la había invitado a ella. Me pareció una excusa ideal para pasar el día juntos, para conocernos más. Pero por la mañana se disculpó por el wapsap y me dijo que no venía. Dijo que le sabía muy mal pero tenía migraña.
Yo le dije que se cuidara, le mandé una floreta (Un piropo) y me quedé triste y pensativo.

Las relaciones, siempre las veo como una partida de ajedrez. Ya van muchas veces que ataco y ella se cubre, se cierra en banda o se enroca.  He probado ya con el alfil, con el caballo, hasta con la reina y no he conseguido romper la barrera, no he conseguido que saque la reina del escondite.
Empiezo a pensar que busca acabar en tablas o que ni siquiera juega. Puede que sea mi Dulcinea y yo, un Quijote soñador detrás de alguien a quien no le importo lo más mínimo.

Entonces decidí invitar a mi ex-, a mi Calipso. Dos días antes había pasado por su casa un momento. Fueron dos minutos que ella aprovechó para echarme en cara que ya se ha echado novio. Como si a mí me importara, además, yo en aquel momento estaba en babia.

Acababa de cruzarme con ella, con esa chica cuyo nombre me sabe a mar y a cielo (Tengo que buscarle un pseudonimo). Precisamente le estaba mandando un wapsap:
"Estoy en la plaza imperial ¿Te apetece tomar algo?"
Pensé en buscar así un encuentro casi casual, rollo "Pasaba por aquí" cuando la vi pasar ¡Más casualidad imposible!
Nos saludamos y me dijo que ya tenía planes pero que tenía ganas de quedar conmigo. Tendría que ser otro día.
Pero me dedicó una sonrisa que me cargó de energía positiva.

Así para mi fiesta de cumpleaños cambié mi posible futuro por mi pasado cuando lo último que necesitaba era nostalgia.
Pero estuve bien con Calipso, me pidió disculpas por la ultima discusión y reconoció que yo tenía razón. Sorprendente ¿No? Dijo haber Nicaravolucionado,  incluso puede que sea verdad.

Luego me contó que su novio está allá (Y es de allá)  pero que vendrá pronto. Le preocupaba como será estar con él en este continente.
-¿Y tú qué tal?
Le expliqué la historia y ella me aconsejó y me consoló. Puede que al final acabemos siendo buenos amigos después de todo. Aunque no sé, no puedo ni imaginar como reaccionará el día que me vea de la mano de otra chica. El ultimo precedente desde luego no es muy halagüeño.

Después de pasar toda la tarde, la gente se fue descolgando y nos quedamos "dobles parejas" si nos podemos considerar así.

Entonces pasó algo increíble. Eran más de las doce cuando el móvil sonó, hizo "clinc, clinc". Alguien me había mandado un mensaje por el chat del facebook. Miré el nombre y no podía creérmelo ¡Era Penelope! Y yo que pensaba que no volvería a hablar con ella. No dijo nada, sólo me mando un icono. Una mano con el pulgar levantado que me dejó en un mar de dudas ¿Pretendía iniciar una conversación? ¿Me decía que le había gustado la rosa? No había vuelto a hablar con ella desde San Jordi.
Estuve a punto de enseñarle la conversación a Calipso y pedirle consejo, total, estábamos de buen rollo ¿Por qué no? Aunque no creo que lo entienda, no creo que haya nicaravolucinado tanto como para entender la historia, mi historia.
No hice nada pensé que era la manera de no meter la pata pero miles de recuerdos e ideas pasaron por mi cabeza, montones de posibles respuestas rodaban por mi mente pero ninguna llevó a mi pulgar.
Al final, me quedé todavía más triste mientras Calipso me preguntaba ¿Qué te pasa?
-Migraña -Le contesté.

jueves, 1 de mayo de 2014

No eran molinos, eran gigantes





 Una vez más, fui incapaz de ver la señales, de entender el lenguaje del cuerpo, de leer entre lineas lo que ahora veo tan claro.
No eran molinos, eran gigantes y yo, convencido que eran simples molinos. Ahora sé que no era indiferencia, ni mucho rencor.
Como dice la canción llevo tiempo removiendo las cenizas, aquellas cenizas de las que surgió el ave fénix. Lo que yo ignoraba era que al hacerlo, removía otras cenizas.

Ahora sé que al remover mis cenizas también he removido las cenizas de otro fuego que ardió por simpatía al mismo tiempo que el mio.  Como si veinte años no fueran suficientes para escampar esas cenizas, para borrar la mancha negra que deja el fuego. Supongo que durará mientras dure el ave fénix dibujado en mi hombro.

Pero no puedo quejarme, me llevo respuestas. Ahora sé que no hice mal, que hice bien.
Hace mucho tiempo, cuando lo dejamos, prometí esperar. Prometí ser su Florentino Ariza ¿Había escrito ya Gabo el amor en tiempos del cólera? Promesas locas de juventud que luego nunca se cumplen.
Pero total, llevaba mucho tiempo esperando ¿Por qué no un poco más?
Sin embargo, antes de comerme las doce uvas ya había decidido probar con aquella punkye bajita que me iba detrás. Antes de las doce campanadas ya me había olvidado de aquella promesa.

Me acordé un día, años después. Aquella punkye bajita era ya mi mujer desde hacía tiempo cuando alguien me dijo:
-¿Sabes que el otro día se casó Penelope?
-¿Ah sí? -Dije mientras intentaba contener la tempestad que había estallado en mi interior.
Mientras las mujeres se entretenían en comentar detalles de la boda. Yo recordé mi promesa y supe que no la había cumplido, que la había olvidado, que no había sido capaz de esperar a que ella hubiera dado "el gran paso" para darlo yo.
Porque somos así, yo entonces estaba bien con Circe. De hecho, estoy seguro que si me hubiera ido bien con ella, si no me hubiera llevado al infierno. Estoy seguro que nunca más la hubiera recordado.
Porque no me volví a acordar de aquella promesa hasta el día que dejé a Circe en su isla Eea, hasta el día que me encontré sólo. Fue entonces cuando pensé que igual había equivocado mi destino, que debería haber esperado antes de cometer "el gran error" y no precipitarme. Me preguntaba  ¿Cómo habría sido mi vida de haber cumplido mi promesa? Ahora sé que fue vana, de principio a fin.

También sé que en su corazón hubo fuego, aunque la cosa no funcionara. Aunque un guru maldito levantara entre nosotros un silencio oscuro. Puede que un dios triste y envidioso nos castigara por ello pero nosotros comimos la flor de la pasión, nosotros probamos aquel sabor.