martes, 1 de noviembre de 2016

Halloween



Esta noche de Halloween quería hacer algo distinto. Celebrarlo en un sitio tranquilo, apartado de la civilización, donde cantar alrededor de una hoguera y quien sabe...

Pero no pudo ser y al final acabé donde todos los años. En esa cantina que siento camino del infierno donde brujas y vampiros cantan  desafinadas canciones de los 80. En esa cantina donde sueño hablar con la muerte porque es un día de pensar en la muerte.



La mayoría de la gente ve a la muerte como un esqueleto cubierto por una capa negra y con una guadaña en la mano pero yo no, yo me la imagino como una jovencita morena de ojos negros y tez blanca con un elegante vestido negro, una chica solitaria que en el fondo es una romántica.
Lo más gracioso es que me la imagino como una vieja conocida que el día que venía a buscarme se fue sin mí dejándome perplejo en el suelo mientras pensaba "¿Todavía estoy vivo?" ¿Quién sabe?

Quizás ese fue otro error en mi destino, quizás donde erré mi destino por primera vez. Porque a veces pienso que llevo toda la vida equivocando mi destino. Como Ulises vagando por el mar sin llegar nunca al puerto al que me dirijo. Llegando siempre a donde no debía, donde me encuentro con Circes y Calipsos que me retienen y me impiden llegar a Itaca, donde me espera Penelope.

Aunque tengo claro que no si existe una Penelope para mí o una Itaca donde llegar ¿Qué me deparará el destino? Quizás se olvidó de mí y harto de que no le haga caso, que no coja lo que él me pone delante de las narices y me dejó por imposible.

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